sábado, 19 de enero de 2013

Capítulo 16.


-Bueno, ¿me acompañas?
- Sí, porque no me fío ni un pelo.
-¿Qué pasa? ¿No puedes confiar en mí o que?
- Con ese solo es hablar, pero a lo mejor con otro pasa algo más.
- Mira Andrés, dejemos el tema-dije mientras me alejaba de él.
Le pegué un toque a mi padre para que sepa que ya terminé. 
- Quería comprar más ropa, pero con lo que ha pasado se me han quitado las ganas-dije en voz alta.
- Yo no he hecho nada, has sido tú que no se te puede dejar sola.
-¿Cómo? Si no e hecho nada.
-: Eso yo no lo sé.
Mi padre apareció y se fue al mostrador a pagar todo lo que nos habíamos comprado.
-Me has estropeado la tarde Andrés.
- Ya hablaremos cuando lleguemos a tu casa.
- No, esta noche no salimos como hemos quedado ¿vale?
-¿Por qué?
- No tengo ganas-dije algo desilusionada- vámonos papá.
- Venga vámonos que tenemos que cenar y acostarnos temprano para mañana llevarte al instituto.
- Venga vamos-Adiós Andrés.
A medida que me alejaba de él, parecía que se ponía más furioso y los puños cada vez los cerraba más.
Al llegar al hotel, me duché y cené. Guardé la ropa en la maleta y la que no me cabía la metí en bolsas.
Me conecté al tuenti por el portátil y estaba tan aburrida que salí a tomar el fresco pensando en lo que pasó en la tienda, otra vez.
Dí una vuelta al pueblecito y a la piscina de noche, estaba abierta sí, era raro, pero había mucha gente metida.
Me compré un helado y me senté en un muro a tomármelo cuando vi de lejos a Andrés, pero no iba solo, volvía a estar con la misma chica, la del bar.
Les perseguí para ver lo que hacían y de qué hablaban.
- Te quiero, ¿lo sabías?-le decía a ella mientras le agarraba de la mano.
Yo me quedaba asombrada con todo lo que le estaba diciendo y haciendo, parecía que yo no le importaba nada.
-Yo también. ¿Qué vas a hacer con tu chica?
-¿Mi chica? Te refieres a Estela ¿no?
-Sí, a quien sino.
-Tranquila, la tengo bajo control, no me va a dejar nunca, así puedo hacer con ella lo que me apetezca.
Empecé a llorar y a llorar, no me imaginaba que lo que estaban viendo mis ojos fuese cierto.
Salí corriendo al mismo parque de siempre y dio la casualidad de que él pasó por allí y me vio. 
-¿Qué haces aquí?
-Hem… nada, tomando el fresco-decía mientras me secaba las lágrimas con un pañuelo.
-¿Por qué lloras?
- Por nada, déjalo.
-Por algo llorarás ¿no?
-Pues sí, quiero dejar lo nuestro, no quiero estar contigo más.
-¿Qué? Tú a mí no me dejas por nada.
-Sí, si que te dejo, ya lo e echo.
-No, no tienes motivo.
- ¿Qué no tengo motivos? Mira, primero me dices que te vas porque tu abuela estaba enferma, luego te veo besándote con esa chica en el bar, me pegas un guantazo, después me pides perdón y me prohíbes hablar con un dependiente de una tienda que ni siquiera conozco. Finalmente te veo con la misma chica agarrados de la mano ¿y me estás diciendo que no que puedo dejar? 
-Es que no quiero que me dejes…
-¿Por qué? Si estás con otra, a ti yo no te hago falta para nada ¿no?
- Si me haces falta. Yo solo te quiero a ti ¿vale?
- ¿y por qué te besas con esa chica?
-Mira, no preguntes más, dejemos el tema. ¿Damos una vuelta?
- Hem… vale, vamos.
Dimos una vuelta por el pueblo  y llegamos a una fuente.
-¿Tu me quieres?
- Claro, si eres lo más bonito del mundo.
-Entonces… ¿por qué me haces esto?
-Yo no te hago nada. Esa chica era una amiga, nada más. Y ese beso fue sin querer, yo no quería hacer eso.
-Pues yo te vi muy convencido cuando se lo diste.
- ¿Otra vez vamos a estar así?
- Mm...Venga vale, dejemos el tema, pero llévame al hotel que mañana me levanto temprano para ir al instituto.
Vale, vamos.
- ¿Tu no vas?
- ¿A dónde?
-Al instituto.
-Ah sí, pero voy pasado mañana.
- ¿Y eso?- dije extrañada.
- Tengo que hacer cosas aquí.
- Ah, vale…-balbuceé poco convencida.
Me llevó al hotel y me dio un fuerte beso en los labios. Me derretía.
- Ya nos veremos en el instituto, te quiero-decía mientras poco a poco me soltaba de la mano y se alejaba.
- Vale, yo también te quiero. Adiós.
Se despidió con la mano y poco a poco se alejaba más hasta que lo perdí de vista y me metí en el hotel.
Subí las escaleras y llegué a mi habitación. Me dirigí hacia mi cama cuando se encendió la luz del cuarto.
-¿Dónde estabas?-dijo algo mosqueado.
- Hem… dando una vuelta-respondí mientras me quitaba los zapatos- ¿Siempre tienes que estar despierto?
-Son las dos y media de la noche, ¿cómo quieres que me duerma?. Te dije que tenías que dormirte temprano porque mañana tenemos que levantarnos también temprano para llevarte al instituto.
- Ya… lo siento mucho papá.
- Que no vuelva a ocurrir ¿entendido?
- Sí papá, entendido-afirmé con desganas- Hasta mañana, te quiero.
- Hasta mañana.
Se apagaron las luces y me quité la ropa que llevaba puesta quedándome en ropa interior. Tenía mucho calor, asíque me acosté así.

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