jueves, 12 de julio de 2012

La mansión de los estraños.


CAPITULO 2:

Todos los dias, la familia Estelson, llamba por telefono para buscar algunas informaciones sobre casas, pero nunca habia resultado.
  Una mañana soleada y muy calurosa, Isabel al llegar a casa encuentra una carta debajo de la puerta, ésta deja las bolsas de la compra que había traído para cenar y la abre ansiosa al ver el sello que decía algo sobre una casa. Sorprendida al leerla, llama a su marido Toni que coge el móvil rápido al tenerlo cerca y contesta:
-Dime Isabel.
-Mira cariño, nos han enviado una carta diciendo que una casa está dispuesta para nosotros- responde Isabel ilusionada.
-¿Cómo?, voy para allá, no tardo- Se asombró Toni, que colgo el teléfono y se dirigió hacia allí.
 Mientras toni llegaba a casa, Isabel recogió la compra y con las mismas llamó a su hija Amanda que se emcontraba con su hermano jugando en el jardín con el perro, al tiempo que suenan las llaves del padre abrir la puerta. Entonces Isabel le ´dió un beso en los labios y salieron de la casa para dirigirse a su nuevo hogar, entonces los niños llegaron a la puerta e Isabel les dijo:
-Amanda, Luis, vamos a ir a ver una casa para comprarla nosotros, ¿os venís u os quedais?
- No, no, yo voy- dijo Amanda intrigada.
- Y yo, por supuesto- siguió Luis saltando  de alegría.
-Pues venga, en marcha- continuó Toni.
 Salieron de casa y cerraron la puerta sin echar la llave, ya que la puerta estaba chamuscada por el incendio y por una manera u otra, entrarían igual a robar.
 Cogieron el coche y fueron a la casa. Tardaron en llegar, ya que estaba un poco lejos y había muchos semáforos que lo cogían en rojo siempre.
 Al llegar, la familia Estelson no se imaginaba que su casa era tan grande, claro está, dicha casa estaba toda destrozada y se tenia que arreglar.
 Empezaron a desmueblrla y seguidamente la pintaron.
 Cuando terminaron de pintarla, sin descansar, empexaron a amueblarla. A la casa, la familia Estelson la llamaron "mansion" por lo amplia y grande que era. Dicha casa constaba de ocho salas:
cuatro salas eran habitaciones, dos baños, una gran cocina y un comedor que ocupaba toda la superfecie de la casa. Aparte tenía una marquesina y un patio igual de ancho que la casa.
 Costó mucho llevar los muebles a la segunda y tercera planta de la casa, a ellos les daban igua, con tal de amueblarla rápido y vivir cuanto antes allí. El traslado duró una semana y cinco días.

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