martes, 29 de noviembre de 2011

Capítulo 1.

                                    
   Primer día de clase, pff…, no quería, estaba cansada, no podía volver a la rutina, no…, pero en fin, que podía hacer, era mi obligación, como otras muchas, tenía que presentarme, para que por lo menos supiera el maestro quien era Estela.
Me levanté de la cama, con mucho sueño, y me fui al baño, como todas las mañanas. El suelo estaba frío, parecía que pisaba hielo, era normal, nunca duermo con calcetines. Al entrar al baño, un papel colgaba de la puerta, me imaginé lo que era, pero lo cogí y empecé a leer:

           Mi niña, he salido más temprano, tengo que ir a hacer unos
recados. Espero volver pronto, que te valla bien tu primer día de clase.
Un beso muy grande.
PD: Se me olvidó decirte que encima de la mesa de la cocina tienes el dinero y el desayuno para el instituto.
                                                                     Te quiere 
                                                                                    Tu papá.

Genial, mi primer día de clase y tengo que coger el autobús… gracias papá.
Lo arranqué de la puerta y lo lancé a la papelera del baño, lo colé a la primera.
Me dí media vuelta y me miré al espejo, preguntándome, como serían los compañeros de clase, el profesor, como me tratarían… pensando en lo peor.
Soy la niña nueva y se meterán conmigo, esa era una causa de porqué no quería ir.
Abrí el armario y saqué la pasta y el cepillo de dientes rosa, le eché agua y empecé a cepillarme los dientes, una y otra vez, hasta quedar blancos.
Me enjuagué bien la boca y me sequé la cara y las manos con una toalla que colgaba de la pared alado del lavabo.
Me volví a mi cuarto y miré el reloj de la habitación que marcaban las 7:03.
Me daba tiempo de sobra, tenía que coger el autobús a las 8:10, me quedaba casi una hora para arreglarme.Abrí la boca y empecé a bostezar, como uno de esos bostezos que no acaban. Arrastrando los pies, llegué al armario y lo abrí. Tenía mucha ropa, y la mayoría sin estrenar, pero no sabía todavía lo que me iba a poner y empecé a mirar los pantalones, después las camisas, los zapatos, chaquetas, bolsos… acabando con mis pulseras, pendientes, colgantes y cinturones…Finalmente me decidí con esto:
                                    


Me vestí rápidamente y  me empecé a pintar los ojos y  los labios, como de costumbre, mirándome al espejo de mi habitación.
Antes de salir del cuarto para ir a desayunar, metí el móvil y las gafas de sol en el bolso y también colé un bolígrafo, por si acaso tenía que escribir algo. Al salir de la habitación, miré el reloj, marcaba las 7:52 y rápidamente bajé las escaleras pensando que iba a llegar tarde a clase.
Me dirigí a la cocina y me preparé el Cola-Cao con unas cuantas de galletas María. Mientras el desayuno se hacía, busqué en la cocina el dinero y el desayuno, aunque no tuve que mirar mucho, lo encontré enseguida.
Sonó el pitido del microondas diciéndome que el Cola-Cao ya estaba listo. Entonces lo saqué y le mojé las galletas comiéndomelas rápido para no perder el autobús.
Me puse la chaqueta negra, me colgué el bolso y metí las llaves, para que cuando viniera, no me quedara fuera.
Cerré la puerta con prisas y empecé a correr, bueno, a correr no, a caminar rápido, llegando justo en el momento en el que se iba el autobús.
Le alcé la mano diciendo ¡para!, y el autobús frenó. Entré y le dí el euro y me senté en la primera silla que vi libre.
Estaba nerviosa, no sabía como iba a ser todo aquello.
Estaba distraída cuando me dio por mirar a mi derecha, y de pié, se encontraba un chico moreno, de ojos verdes, con los pelos de punta y sobre todo muy majo. Me quedé mirándolo hasta que giró la cara y disimuladamente miré a otro lado.
El chico se bajó en una parada antes de la que me iba a bajar yo, y entonces me quedé de nuevo mirándolo, no sabía el por qué, pero me sentía feliz observándolo, parecía un ángel pero a la vez sabía que escondía algo que no me gustaba.

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